martes, 15 de marzo de 2011

LA PASIÓN DE LOS PERIODISTAS FREELANCE

La Galería Reporterismo y Comunicación une la pasión de los periodistas freelance a un proyecto de alta calidad que pretende, no sólo innovar el en mundo de la creación de contenidos, sino también dignificar la profesión.
Hoy en día los medios de comunicación se valen en gran medida de periodistas freelance para nutrirse de contenidos. Esto causa una situación de precariedad para los periodistas. A grandes rasgos, se pueden establecer tres tipos de condición freelance:
  1. Freelance a la aventura. Estos periodistas vocacionales asumen, a priori, todos los gastos de elaboración de un reportaje para luego mirar de venderlo a una determinada revista o diario o bien colgarlo en su blog. No suele ser un oficio rentable, por lo que: a) tienen otro empleo y se dedican al periodismo en sus ratos libres, b) son ricos c) no les importa ser pobres.
  2. Freelance colaborador externo. Este es un estautus no oficial dentro de un determinado medio. Suele acarrear muchas obligaciones y compromisos de entrega pero ningún derecho. Además, el freelance vive en la esquizofrenia de no saber si tiene una relación laboral o sólo comercial con el medio para el cual... ¿trabaja? ¿vende? ¿provée?
  3. Freelance afortunado. Algunos colaboradores alcanzan el ilegal, pero satisfactorio, estatus de falso autónomo, lo que les permite cierta estabilidad laboral. Además, hay algunos profesionales muy valorados por los medios, así que el trato es bueno. Una especie afortunada pero en vías de extinción, en cualquier caso.
En general, el mercado de la comunicación se aprovecha de que a los freelance les apasiona hacer su trabajo para imponerles condiciones injustas. Creemos que esto se puede cambiar creando nuevos modelos de negocio más justos, flexibles y democráticos. 




1 comentario:

Unknown dijo...

En el mundo de la traducción, al que pertenezco, a los freelancers nos ocurre lo mismo.

No hace mucho leía en una revista especializada en traducción sobre la necesidad de fomentar el corporativismo, es decir, que todos los traductores acordemos el rechazo de tarifas excesivamente bajas y otras prácticas más propias de la esclavitud que del trabajo autónomo. Esto es algo que gracias a las nuevas tecnologías se puede hacer. Ser freelancer no implica estar solo. Considero fundamental el intercambio de información entre colegas, la pertenencia a foros especializados, la divulgación de malas prácticas por parte de un cliente o agencia, etc.

Por supuesto, siempre habrá gente que trabajará por poco dinero: estudiantes, malos profesionales que van dando tumbos... pero eso no nos concierne, no creo que sea algo que nos deba hacer rabiar.

No se puede esperar que el trabajo bien hecho dé frutos inmediatos, es una carrera de largo recorrido en la que se va dejando atrás a muchos que ganan dinero rápido. No pasa nada, hay que seguir corriendo. Llega un día en que todo el mundo sabe que cobras más pero que vale la pena pagarlo. Es el día en que has alcanzado tu objetivo y pasas a tener otro: mantener el nivel.

Recuperemos el valor del trabajo artesano. Bravo por La Galería y la valentía que representa hoy en día apostar por la calidad.

Muchísima suerte.